Resumen de Jornada cCc 28·10·2009 by AB

Resúmen para Marian exclusiva y excluyentemente: Marian llegó, estábamos Dani y yo, se tomó un café, nos regaló un lápiz de Ikea y se fue. (Espero que sea lo suficientemente corto jajajajajaja) Es bromita, no te lo tomes a mal. (Me dijo que fuera breve, y yo ya suelo serlo así que más breve creo q no puedo ser).

Resumen para todos CCC: "COMO POTRILLOS AL OLER LA CUADRA"

-La culpa de que haya sequía y desiertos en el mundo es de Juanjo porque no pasa por allí con la moto, tío avisa cuando vayas a pasar por mi barrio para no limpiar las ventanas jajaja. Nos regaló incienso hindú que olía a jabón y resultó que el chico tiene mundo interior (lo sabíamos aunque lo ocultabas) y tiene rasgos vikingos.
-Test de cómo seríamos como amantes, respuestas del grupo CCC unánime: Si tuvieramos una caja de bombones, nos los zamparíamos todos untándolos en nocilla, regándolo con cerveza, lo bajaríamos con embutido y de postre rebañaríamos el bote de nocilla con pan. J.J pregúntale el resultado a tu amigo, porfa jajajaja.
-Por mayoría absoluta de féminas CCC, tanga en tíos NO, por mayoría simple de 2/3 nos molan con boxers sueltecitos, (no de los pegaos)

-Por mayoría absoluta de individuos CCC, las tías están bien con o sin ropa interior, da igual el estilo.
-El I Ching es demasiado oriental, y no nos acertó nada. Seguimos con la duda de qué es mentalidad oriental. Las monedas de veinte duros del I Ching sí gustaron pero no se veían bien las caras y las cruces.
-Hubo pan suficiente, pero se acabaron las 1516,(algún día tenía que pasar) tras el susto incial lo superamos bien como enjuto mojamuto:"Interneeeeeeeeeeeet...noooo".también se pidió aunque no hubo un Boloñesa (Crep) jajajajajaja.
-De postre nocilla a cucharadas, pero el bote de plástico no es ortodoxo.
-A Dani le gusta más el chocolate rasposo incomible de 99% de cacao, que la nocilla pese a zamparse él solito medio bote(¿?). Afirma tener rasgos fenicios.

-Jarque I.N.E, tiene rasgos judíos y añora comer patatas...a mí me da que pensar que en realidad es Mr. Potato...(jajajajaja, no te enfaaaaaaaadeeeeees, por cierto, cual es tu sijjjjjjjjjjjjjjnoo????)
-A los de Ciudad Real las rotondas diseñadas por Isa, les parecen demasiado sofisticadas. Nunca se me había ocurrido calificar a una rotonda de sofisticada...los rasgos de Isa... a mí me evoca a una señorita años 20, por su corte de pelo y su estilo.
-Tengo demasiada vena, y no puedo continuar siendo zen... así que paso el testigo a la Srta Trichi (que tiene rasgos morunos) y que lleva su vida laboral como una ejemplar platino zen. Confundí tras las cervecitas a Marcos Vidal (predicador evangélico) con Nacho Vidal (no hace falta especificar), en una conversación telefónica. Mis rasgos son indefinidos o yo no le encuentro similitud.

Pero lo mejor de todo es esto:
Algunos no tenemos curro, a otros nos gritan, a otros nos mandan a Ciudad Real, a otros no nos pagan, a otros nos quitan la vida agobiándonos, a otros nos despiden jejes infames... pero al llegar a CCC en palabras textuales de Jarque e Isa:"ya estoy en casa", "estamos en família" y se nos van los malos rollos, las amarguras y los agobios. Hurra por esas frases!!!! es cierto, nos sentimos en família y en casa.

A los que no vinisteis, realmente me sorprende que no os pique la curiosidad al leer los resumenes... pero bueno... os mando el tradicional R-A-N-C-I-O-S, excepto a Danika, que es nuestra potencial chef y a la que mandamos un abrazote conjunto cececero.

mañana...cine?

Dirección: Michael Mann.
Reparto: Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, Billy Crudup, Stephen Dorff, Stephen Lang, James Russo, David Wenham, Christian Stolte, Jason Clarke, Branka Katic, Wesley Walker, Stephen Graham, Giovanni Ribisi, Matt Craven, Leelee Sobieski.
Basada en el libro de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43" narra la historia de Melvin Purvis (Christian Bale), el agente del FBI que en la América de los años treinta lideró la búsqueda del legendario atracador de bancos John Dillinger (Johnny Depp) y su banda.  MAÑANA EN LOS D'OR

LA RECETA DE LA SEMANA BY ANABEL

COCA DE VERDURAS












Ingredientes:
+ 375 gr de harina
+ tacita y media de aceite,
+ tacita y media de vino blanco,
+ sal
+ un bote de pisto de mercadona (uno que lleva pintado un pimiento verde y que dice que lleva también atún y caballa) podéis ponerle el que queráis.
Proceso:
Se mezcla la harina, sal, aceite y vino y se deja reposar la masa media hora (si se deja más tiempo, la masa no queda tan crujiente) se estira sobre un molde, se echa el pisto y se hornea 20 minutos, voila!!! Está bueníssssima.

NUEVO LOGO










Las tres "ces" forman un muñequito que...
¿salta de alegría?
mare mía, de mi alma...si lo viera Mariscal!!!

Presentación del Logo cCc


Mañana...Cine

Iremos a ver la nueva peli de Woody: "Si La Cosa Funciona..."
en UGC Cine Cité...-esperemos que esta vez, sí!-...más vale tarde...
El que quiera venir...que llame!

¿Propuesta de Himno cCc?

Cuelgo este video debido a las numerosas peticiones por parte de crítica y público
(ha debido ser el orujo  de manzana tan raro que nos han dado).
Sirve además esta entrada para dar paso a nuevo proyecto dentro del blog, es una estupenda sugerencia aportada por Trichi Guillén y que de momento llevará el nombre: "cCc Cocina&Co".



Espero que os animéis a compartir vuestras recetas!

Resumen de Jornada cCc 14·10·2009

ÚLTIMAS PONENCIAS
1.- Los ladrones van...a la oficina...y...tienen...testaferros
2.- "Jose...me agotas" (Anabel)
3.- Marian se escribe con "N"
4.- La tarta Tatin=bien; La de chocolate=mal
5.- Los ateos celebran el "santo" porque aunque no creen en dios, cumplen a rajatabla y sin demora el tercer mandamiento: "santificarás las fiestas".
6.- "La felicidad está en las cosas pequeñas...como en mear, cuando tienes ganas" (Juanjo)
7.- Jose corre el riesgo de meterse en una secta tepanyaki de esas...
8.- Los preservativos facundo, no le sirven a todo el mundo.
9.- No entiendo la diferencia entre Raclette y Fondie...estáis a tiempo de invitarme a cenar!!!
10.- El hombre que vendía tiempo...al final...lo perdió!
11.- Francia sabe...¿a manzana?
12.- Ikea y la nueva casa de Trichi:
Hay que ver...como unas estanterias galvanizadas de Ikea inspiran ...............tanto, que.....
hipotecan a una persona, a su familia, a sus amigos... para que luego digan que los muebles de la marca sueca son baratos...yayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayayaya...comprendo...
















CITA cCc 14 OCT

SITUACIÓN DEL CAFÉ DE LA ABUELA O LOS ESPEJOS, calle Ontiniente nº4, perpendicular a Alberique (ver plano interactivo)


CINE: "SI LA COSA FUNCIONA", pues NO funciona, así que se prevé el visionado de la nueva de Woody, para otro día, los interesados que se pongan en contacto conmigo, para confirmar el día. Saludos y gracias por vuestro interés.
A eso de las 20.00 llegará Juanjo, Jose y yo, acudiremos cuando podamos, Marian tiene autoescuela hasta 20.30, Trichi vendrá más tarde porque va a tope de curro, Lorenzo sobre la marcha, Dani -llámale, seguro que él llega el primero, es como Alain Prost-.
Nos vemos!

+ PROPUESTAS

CIRCUITO CAFÉ TEATRO (a partir de ahora también en nuestros enlaces fijos)
http://www.circuitocafeteatro.com/Programación/
Gentileza de Lorenzo (Lon)

PROPUESTAS INTERESANTES

Exposición en la Sala Estudi General – La Nau
Desde el 22  de octubre:
Horario: de martes a sábado de 10 a 14 horas y de 16 a 20 horas.
Domingos de 10 a 14 horas. ENTRADA LIBRE
Enlace y videos (cortos animación pixar): gentileza de Daniel Díaz (El Gafitas)


NUEVO NOMBRE PARA EL BLOG.

PROPÓN TU IDEA!!!
La mejor será seleccionada por votación entre miembros CCC asistentes a la próxima cita. Que tendrá lugar, el miércoles que viene, en los espejos, "dios mediante"    ;)
El ganador se llevará un premio...aún por convenir!!! pero que será muy bbb.

ideas de bombero...













Cuando sea mayor, quiero...

Resumen de Jornada cCc 07·10·2009

OTRA HILARANTE, JUGOSA, IMPÚDICA Y SUBVERSIVA NOCHE
IDEAS ADULTERADAS
1.- Al pasado no se debe volver, diga lo que diga jose.
2.- Second hand va a triunfar y se extenderá como la pólvora (y los chinos no podrán copiarlo).
3.- La memoria ram no es lo mismo que la rom (preguntar a dani)
4.- La libertad no existe (o sí)
5.- La memoria es...la memoria es...la memoria es...esperar...que no me acuerdo
6.- La exposición de javi marisco en tres palabras: cuadros grises geométricos ¿...? (preguntar a dani)
7.- Echar polvos como conejos y los "niños de la crisis" otro babyboom???
La única contrariedad: echamos de menos a los que faltaron...espero veros pronto, un besete!

ESTA SEMANA EN LOS D'OR: ACCIÓN

AGALLAS
Dirección: Samuel Martín Mateos, Andrés Luque Pérez.
Carmelo Gómez, Hugo Silva, Celso Bugallo, Mabel Rivera, Carlos Sante, Xavier Estévez, Isabel Blanco, Yoima Valdés, Rula Blanco, Tomás Lijó.
Sebastián, un delincuente de poca monta, decide buscar empleo en una pequeña empresa de Galicia. Pero no por vocación desde luego, sino porque algo le dice que el dueño de la empresa, no se ha pagado el Jaguar con cangrejos. Mediante una astucia, y consigue que le contraten. Regueira comprueba muy rápidamente que aquel joven de dientes mellados tiene agallas y decide convertirlo en su ayudante. Poco a poco, cambia de aspecto, se gana ropa nueva, nuevos dientes y sobre todo la confianza de su jefe. Parecerá haber llegado a la cumbre... o casi.

ASALTO AL TREN PERLHAM 123


Dirección: Tony Scott.
País: EE.UU. Año:2009. Duración: 106 min.
Género: Thriller.
Reparto: Denzel Washington, John Travolta, James Gandolfini, John Turturro, Luis Guzmán, Victor Gojcaj, Gbenga Akinnagbe .
Remake de "Pelham uno, dos, tres" (1974), thriller protagonizado por Walter Matthau.
http://www.cinestudiodor.es/

PRÓXIMA CITA CCC

Como sabéis, CCC a partir de ahora y hasta nuevo aviso se celebrará...misma hora-mismo sitio, pero LOS MIÉRCOLES. Sin embargo, esta semana hay un "acontecimiento puntual", la expo que se anuncia bajo este mensaje, a la que algunos miembros CCC quieren asistir...y a la que estáis todos invitados...que para que nos echen siempre hay tiempo...jajjajajja...








LA CITA POR TANTO SE MANTIENE...los que quieran pueden ir a la expo...e irnos después todos a cenar en otro sitio BBB (bueno, bonito y barato)...y si no...pues unos pueden quedarse dónde siempre, para reunirnos todos allí trás la inauguración...Ir diciendo algo...porque...sólo faltan...dos días...jajjajajjjaja...

Besitos!

INAUGURACIÓN EXPO CON JAVI MARISCO


PRIMAVERA-VERANO 2010 EN PARÍS

LOS DESFILES:
http://www.elmundo.es/yodona/estaticas/pasarelas/parisprimver10.html


Me quedo con las propuestas de Balmain y Dior, por ese orden...
BALMAIN presenta a una mujer con "torrotoytoviejo".
DIOR plantea un look inspirado en las musas del cine negro.

JJOO MADRID 2016

MADRID PIERDE LA FINAL COMO SEDE DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS 2016 CONTRA...RÍO DE JANEIRO


Resumen de la Jornada CCC

NIRVANA & CHOCOLATE







El relato de la cita se lo dejamos a "Dani",
que nos hace unos poemas con esas cosas,
que ni Neruda...

PRÓXIMA CITA CCC:

¡¡MAÑANA MARTES!!
Como Marian no se ha currado el plano que prometió
del sitio de los espejos, se plantea la cita para:
"misma hora, mismo sitio"
a eso de las 19.30/20.00 los que NO quieran cine,
(Excepto Trichi que llegará a las 21.00)
yo lo mismo me voy antes y entro...que tengo mono!

ACTIVIDADES SEM: 28 Sep - 4 Oct

MAÑANA EN LOS D'OR POR 2.5 €
"NO MIRES PARA ABAJO"
http://www.youtube.com/watch?v=LuwO6Qa5vSQ
"LOL. (Cine Francia)"
http://www.youtube.com/watch?v=luuONAvWgBM
Para más info:
http://www.cinestudiodor.es/

ESTA SEMANA EN LA FILMO:
ns/nc
Para más info:
http://www.ivac-lafilmoteca.es/pagina.asp?idpag=14

MÚSICA EN LA BENEFICIENCIA EL VIERNES 2 OCT
http://www.myspace.com/amorespercussiongroup
a las 19.00. GRATIS.

EL RELATO: "Sesos Revueltos"

CAPÍTULO I


Irma se había quedado sola aquella tarde, necesitaba poner en orden sus cosas después del trasiego del día.


Alejo, había apagado su ordenador a eso de las 14:00 y se había marchado con una expresión poco habitual en él.


Había dos lámparas encendidas, una de pie junto al archivador metálico que limita con el vestíbulo y otra justo sobre su teclado; llevaban unas dos horas encendidas, sin embargo bastaron unos pocos rayos de sol, asomando por el balcón que da a la callejuela, para conquistar aquel espacio.


Irma se detuvo a observar el final del día, aquella luz le resultaba tan maravillosa, que sintió que había venido a buscarla.


Pensó en Alejo, había algo en su cara, aunque nunca supo identificar bien qué era. Recordaba, mirando el reflejo del atardecer sobre las paredes, su silueta, su forma. Sus movimientos eran como él, ágiles y ligeros, excepto cuando se ponía nervioso. Se tornaba entonces en una persona considerablemente torpe, sus manos no eran capaces de sostener, en esa situación, nada que hubiera en ellas. Era como ver una escultura de Calder en un día de viento.


Irma, sintió un impulso, cogió un bolso grande y negro que había sobre la silla de al lado de su escritorio, alcanzándolo apenas con la punta de los dedos. Detenida su mirada en el interior del bolso, su pensamiento comenzó a revolverse. Se levantó bruscamente. Sin apagar su ordenador, ni las luces y dejando a las carpetas esperando que alguien las colocara, salió del estudio dando un portazo. Bajaba las escaleras mientras buscaba violentamente en el interior del bolso con su mano derecha.


Salió a la calle y escuchando las voces y gritos, blasfemias con olor a cerveza, que provenían de la terraza de la "MinúsculaTabernaDeLaEsquina", comenzó a andar como si ya no pudiera detenerse. Acariciaba los botones de su teléfono móvil sin llegar a presionarlos, tras avanzar unos metros, se deshizo de él, depositándolo de nuevo en el interior de su bolso.


Siguió su caminando un par de calles mirándose la punta de los zapatos. Contemplaba como se le marcaban los dedos en la piel curtida. Se preguntaba porqué tenía que hacer tanto esfuerzo para andar. Y se detuvo. Se encontraba ante un escena que no habría querido ver nunca, por lo menos ese día. Alejo estaba de espaldas, hablando con alguna persona, y parecía contento, alegre. Movía sus manos y su cuerpo gesticulando y acompañando sus palabras. Irma sabía muy bien lo que estaba pasando.


Caminó de espaldas rozando con la mano las paredes hasta encontrar un hueco donde esconder su mirada. Encontró un recoveco se ocultó cabizbaja. Un resoplido. Un sabor salino le recorría la garganta. Ahora ella era la de las manos torpes, buscando un cigarrillo en su bolso, pero no prosiguió, no quería ser vencida por el ser gris de nuevo, y apoyó su espalda con resignación en la puerta vieja cuyas tallas se le clavaban como puñales traicioneros. No me ha visto. Y ladeó su cabeza, se aferró con fuerza a la esquina, se asomó con miedo, se le aceleró el corazón y la respiración. Allí estaba aún, Alejo, con sus movimientos interlocutores, la marioneta del lenguajes coqueto, el intento de seducción que todos muy bien conocían. Se quedó observando cada uno de sus movimientos. Se escondía para no ser descubierta y volvía a sacar la mejilla.


Un beso, un carcajada.


Apretó tanto su cuerpo a la vieja puerta que se hizo daño. El pomo de verde bronce le atravesó el cuerpo, le agujereó el estomago.


Vió como se alejaba, y esperó un instante. Se asomó de nuevo, ¿Dónde vas ahora? ¿Quién era?


Inconscientemente empezó a caminar detrás. Se prudente. Pero llegaba a la zona del mercadillo y podía perderlo, de nuevo. Y aceleraba el paso para encontrar los rincones donde esconder su vergüenza, y miraba como sus pies avanzaban torpemente, como las marcas de sus dedos eran más prominentes, y levantaba la vista para no perderle, y le clavaba la mirada en la espalda, intentando comprender que había cambiado.


Porque esta pregunta le estaba corroyendo por dentro. ¿Qué ha cambiado en él? ¿Qué le ha pasado? Conocía perfectamente el lenguaje de coqueteo de Alejo. Le había visto emplearlo tanto en el terreno profesional como en el personal. Es más, ella misma lo había "sufrido". Pero algo no cuadraba en todo aquello. Jamás le había visto emplear este lenguaje con... hasta pronunciarlo le costaba, ¡una yonqui! Era una mujer esmirriada, demacrada, con el pelo enmarañado y la cara llena de cicatrices. Su boca dibujaba un rictus difícil de describir, pero que le permitía sujetar con soltura un porro en la comisura de sus labios. La ropa que vestía parecía recogida de cualquier contenedor de la ciudad. Y como calzado llevaba unas chanclas que dejaban al descubierto sus negros y sucios pies.


Tanto pensar en esto casi le hace perder de vista a Alejo. ¡Atenta! se ordenó. Iban cruzando el mercadillo. Alejo delante, ella detrás, medio escondida entre la gente. Alejo marcaba un paso firme, decidido. Daba la sensación que sabía perfectamente a dónde iba y que debía llegar contra antes mejor. Irma iba tropezando con la gente en su intento de no perderle de vista. Iba tan ensimismada en su persecución que no se disculpaba con nadie.


Abandonaron el mercadillo y Alejo entró en el casco antiguo. Giró por la primera calle a la derecha. El número de transeúntes se había reducido considerablemente, así que Irma tomó las máximas precauciones para no ser vista. La calle era estrecha y apenas tenía luz. Apestaba a basura y orín. Botellas de alcohol se repartían por el asfalto de la calle: unas llenas, otras hechas añicos. Tristes macetas con flores podridas asomaban por algunas ventanas de las casas. De fondo se escuchaban gritos de alguna discusión que, más que ser acalorada, daba la sensación que iba a acabar en desgracia. Irma, de repente, sintió frío y miedo. No comprendía como Alejo podía estar en este espantoso lugar.


Alejo se paró delante de un cochambroso portal. Llamó a un timbre. Al momento la puerta se abrió y desapareció en su interior.


Se acercó lentamente a ese portal que se había tragado a Alejo. Apestaba. Las manchas de orín decoraban la entrada. El olor era insoportable. Se tapó la boca y la nariz con su manga. Alguien se acercaba, apretó el bolso a su cuerpo y vió como aquel hombre pasaba por su lado mirándola de reojo mientras refunfuñaba alguna cosa.


Irma estaba asustada, no eran las calle por donde paseaba normalmente. Realmente no había estado nunca allí. ¿Qué hacía Alejo en ese lugar?


Sin duda no era el mismo Alejo que hace unos dias le enseñaba unos discos de John Coltrane mientras bebían unas copas de vino. Está bueno este vino, es un reserva, buen cuerpo, buen sabor, y es lo mejor para escuchar a este gran músico. Si. ¿Sabias que era drogadicto? A mi no me importa que lo fuera, lo que hacía lo hacía muy bien. ¿Era un drogadicto más Alejo? Oh…No entendía que hacía por esas calles, porque conocía a aquella mujer, porque tanta confianza.


Unas voces se iban acercando a la puerta, Irma se escondió de nuevo, quizás fuera Alejo. Ya reconocía la voz. Si, era el. Más carcajadas. Se entreabrió la puerta. Hasta mañana. ¿Hasta mañana? Y salió por la puerta bajando la calle que daba al boulevar. Irma aguantó la respiración durante unos largos segundos. No la vió. En cuanto Alejo giró la primera esquina, Irma salió corriendo tras el. Se acercó a la esquina y se asomó con cuidado, lentamente. Una mirada, atrás… si, ahí está. Y esperó a que girara la siguiente esquina, y repitió lo anterior. La calle siguiente era más larga, tuvo que correr. La salida de un hombre gritando la asustó, parecía enloquecido, se golpeó la espalda contra la pared, se le rompió la chaquetilla cuando se le enganchó en los barrotes retorcidos de un comercio cerrado hace mucho. Corrió porque temía perder de vista a Alejo. Consiguió llegar a la esquina. Más gente. Más tráfico. Civilización.


Irma, acalorada, el pelo revuelto, la chaquetilla rasgada, y aún sujetando fuertemente el bolso en su costado, parecía otra pobre loca más salida de esas calles. Se sintió mareada, tuvo que apoyarse en la pared, detrás de la parada de bus. No pudo aguantarlo más. Lloró. El sentimiento de traición, el miedo, el terror, pudieron con ella. Esta vez.


Había perdido la pista de Alejo, pero sabía muy bien que si iba por este camino solo podía dirigirse a un lugar.


Alejo tenía un ático alquilado en la zona sur del boulevar, a unas cuatro manzanas del trabajo, y a unas cuantas más de esas calle que tanto parecía conocer. Lo imaginaba llegando a su casa, saludando al portero, abriendo una botella de cerveza mientras decidía que músico iba hoy a hacerle compañía.


Necesitaba saber que estaba pasando. ¿Ir a su casa? No… No era muy buena idea. O quizá si. Decidió ir a casa, necesitaba una ducha para quitarse de encima el olor putrefacto de esas calles. Se fijó mientras caminaba que tenia los zapatos sucios, las marcas de los dedos eran ahora negras. Se imaginaba los pies como los de la yonky, negros, podridos, como su interior.


Irma vivía cerca, en el mismo boulevar. Era un piso pequeño, en un edificio de tres alturas, con solo 5 vecinos y sin portero. Era como estar en casa. Gente amable, rara, pero amable. No eran como esos de los edificios de muchísimas viviendas, que nadie conoce a nadie, ni nadie saluda a nadie. Era más familiar.


Entró en casa tras los siete clacs de las dos cerraduras de seguridad. Se estaba quitando la chaquetilla rasgada con cuidado, le dolía mucho la espalda. Demasiados golpes en una tarde. No pudo contener una mueca de dolor. El teléfono la sobresaltó. No quería cogerlo, pero rinrineaba insistentemente.


-¿Diga? -contestó con voz nerviosa.


Al otro lado de la línea, una voz metálica respondió:


-Si estimas tu vida abandona tu casa ¡ya!


Un escalorfrío recorrío el ser de Irma. Se quedó sin aliento incapaz de decir nada.


- Irma! Que soy Richy! – Gritaba entre carcajadas la voz del teléfono.


- ¿Eh? ¡Uf! ¡Me has asustado tonto! – Recriminó Irma.


- ¿A que hora paso a por ti? ¿Te acuerdas de la fiesta de esta noche no? – Soltó tras un risotada.


- Si, si, a las siete.


- Vale, hasta las siete. ¡Y tranquila que no te mataré!


Irma escuchaba el tono del teléfono ya cerrado por parte de su interlocutor. Ese tu,tu,tu recorría el cuello y su nuca como un masaje tranquilizador.


-¡Las siete! – Recordó en voz alta.


Colgó el teléfono y correteó hacia la habitación. Abrió el armario y oteó toda la ropa visualizando que iba a ponerse. Se decidió por un vestido azul. Lo dejó extendido en la cama. Unos zapatos de tacón asomaban por debajo de el cubre cama. Si, estos, pensó, y se dirigió al baño, aún tenía bastante tiempo, y tras poner el tapón de goma en la bañera dejó correr el agua para llenarla. Se desnudó con cuidado, el dolor de la espalda aún estaba presente pero menos intensamente. Se miró al espejo girando la cabeza para verse el moratón que creía que tenía y que vió tras un resoplido. Se sentó en el borde de la bañera y acarició el agua dibujando riachuelos y remolinos en ella. Se deslizó dentro.


Pensaba en lo que había pasado mientras apoyaba la cabeza en la toalla a modo de almohada. Se acariciaba la piel e intentaba no pensar en el dolor de espalda. Sumergió su cabeza en el agua tapándose la nariz para no inhalarla.


-¿Se puede estar mejor? ¡Diez minutos de baño! – Anunció en voz alta mientras se secaba el pelo con movimientos rápidos de toalla frente al espejo empañado. Otra vez el teléfono sonaba insistentemente. Corrió sujetando la toalla anudada que tapaba pobremente su cuerpo.
-¿Si?
- Si estimas tu vida, ¡no me hagas esperar!
- ¡Tonto!
- Siete y cuarto, que tengo que pasar a por unas cosas a casa de Reme. – Dijo Richy tras una carcajada.
- Mejor, así me puedo pintar la uñas. ¡Y no me asustes más!
Y se quedó de nuevo con el tu, tu, tu del teléfono masajeando su nuca y su cuello, y dejó caer la toalla mientras se le erizaba la piel y una agradable caricia le recorría el cuerpo.
-¿Quién? – Preguntó Irma a través del telefonillo del portero automático.
- Yo, baja que estoy en doble fila.
- ¡Voy!


Cuando llegó el ascensor salió de el Enrique, su vecino de planta, un anciano solterón con pinta de galán que siempre iba vestido con trajes que parecían tener dos tallas más de lo que le tocaba y perfumado para un regimiento.


- ¿Dónde vas tan guapa Irma? – Preguntó el Enrique.
- Voy a una fiesta Sr. Enrique. – Contestó con una amplia sonrisa.
- ¡Oh! Estás preciosa, vas a volver locos a esos niñatos.- Dijo mientras le guiñaba un ojo.
- ¡Eso espero! – Dijo con una risotada mientras se cerraba la puerta del ascensor.
- ¡Suerte! – Pudo oir que le gritaba el Sr. Enrique ya casi dos plantas más arriba.
- ¡Vámonos! – Dijo Irma a Richy quien le sujetaba la puerta de la entrada del edificio.
- ¡Uh! ¡Que rica estás Irma!
- Venga plasta, vamos. – Recriminó Irma.
- ¡Ay! Y yo con Reme… que desperdicio… - Dijo mientras subía al coche.
- ¡En marcha! – Gritaron los dos mientras Irma soltaba una carcajada.




LA SORPRESA


Se despertó sumergida en sudor, las sábanas estaban completamente adheridas a su cuerpo. Tomó una bocanada de aire, incluso antes de abrir los ojos, con tanta fuerza que se hubiera podido pensar que volvía a la vida en ese instante.


Se fue incorporando lentamente. Abandonó la cama esforzándose por despegar los párpados. Ya con los ojos semiabiertos, se acercó a la ventana de su dormitorio. Aturdida, observó perpleja que no reconocía el paisaje que se alzaba tras el cristal.


Dio un paso hacia delante, ponía empeño en enfocar correctamente los ojos. No entendía como pudo haber pasado por alto que desde su casa, ubicada en el bulevar, se pudiera ver un lago. Satisfecha con la idea de que se viera un estanque desde su residencia urbana, se dirigió hacia la cocina,  con los ojos entornados de nuevo.


Calentó café del día anterior y abrió una bolsa de magdalenas. Sacó dos. Les retiraba el papel de la base y las bañaba en el contenido de la taza con sumo cuidado. Mordía con pulcritud, escrupulosamente la parte del bizcocho que había sido empapado por el café, ni una miga más. Tras acabar el desayuno, se encendió un cigarrillo, exhaló el humo del tabaco como si no quisiera que penetrara realmente en su organismo. Levantó la parte inferior de su camiseta de tirantes dejando ver su ombligo, preguntándose si:


-- ¿no sería mejor empezar a desayunar esos cereales que anuncia tv?


Terminó el cigarro y recordó la visión que mostraba hoy su ventana. Se dirigió hacia el salón, decidió salir a la terraza. Quería verificar si aquellas vistas habían sido fruto de una ensoñación. Se agitó el pelo con indecisión. Comprobó que no sólo se distinguía un lago frente a su casa, sino que todo el horizonte estaba bordeado por un hilo de agua. Apretó los párpados y abrió de nuevo los ojos, repetidas veces. No era un efecto óptico producido por algún insólito reflejo de la luz. El agua era real y además se encontraba en movimiento, una especie de oleaje avanzaba cubriendo todo a su paso.


Reconoció el miedo en su piel, en su estómago…y sin retirarse el pijama corrió a avisar a sus vecinos, quizás ellos pudieran explicarle aquel fenómeno, quizás todos deberían marcharse de allí si querían ponerse a salvo.


Llamó a las tres puertas restantes de su rellano, sus vecinos le abrieron pero nadie se detenía a escucharla,  ni si quiera accedían a mirar por las ventanas, seguían con sus rutinas matinales a pesar de que les perseguía por las habitaciones ya en el interior de sus casas.


Comenzó a caer víctima de la impotencia cuando, sin ni si quiera coger las llaves de su casa, tomó el ascensor y apretó el botón que indicaba: 1º. Las dudas bombardeaban su cabeza veloz y desordenadamente. Ahora podría hablar con Lisa y Tiago, dos amigos que vivían en su mismo edificio y avisar a Cándida, la abuela de Richy, por la que Irma había conseguido alquilar aquel apartamento. Debía ponerles sobre aviso, les instaría a preparar el equipaje lo más escuetamente posible y ella los recogería con el coche en la puerta del garaje, para alejarse de "la extraña marea".


Intentó grabar en su memoria: "recordar-coger-dinero-en-efectivo", mientras el ascensor descendía. Al salir, comprobó atónita, que no reconocía el edificio. El rellano se había convertido en un inusual laberinto. Tenía calles anchas y estaban bien iluminadas. Había trasiego de personas que caminaban entre empujones, se producían inquietantes agresiones, nadie parecía perturbarse por ellas. Volvió a subirse en el ascensor, tan pronto como pudo, apretó el botón que indicaba 3º. Notó como el ascensor descendía ¿...?. Se abrieron las puertas y encontró tras ellas a una muchedumbre. Salió de allí comprendiendo que no podría encontrar a sus amigos.


Comenzó a circular por aquellos corredores con absoluto desconcierto, había cadáveres por todas partes. Intentó no dejarse llevar por el pánico que estremecía todo su ser, haciendo tambalear sus piernas. Pensó que debía estar volviéndose loca.


Veía aparecer nuevos cruces, infinitos los pasajes que salían a su encuentro. Aquella maraña de recorridos seguía creciendo como tallos, como ramificaciones de una planta carnívora que la hubiera devorado.


Vio en mitad de uno de los corredores, una ventana, la calle estaba ya inundada por el agua. El lodo cubría por completo las plantas bajas de los edificios adyacentes.
-- “Es demasiado tarde para salir con el coche”, pensó: “el sótano se habrá inundado”.


Encontró un tramo menos concurrido. Permaneció allí, escondiéndose tras otra escalera cambiante…se apoyó en su barandilla. Intentaba reflexionar, averiguar cuál debía ser el siguiente paso. Sabía que su vida corría peligro, aquellos espectros se comportaban de un modo brutal.


Escuchó unos pasos jadeantes, alguien se dirigía hacia ella, se ocultó tras la esquina que formaba la caja de ascensores. Intentó observar, sin ser vista, el comportamiento de aquellas personas que se le aproximaban entre espeluznantes quejidos, sus ropas estaban salpicadas de sangre, reconoció en la camisa de uno de ellos, un pedazo de carne humana.


La única forma de proteger su vida era pasar desapercibida, actuar como ellos. Aún oculta, clavó las uñas sobre su antebrazo hasta sangrar, extendió aquel fluido rojo que brotaba de la herida sobre su ropa y su rostro, incluso entre sus dientes.


Salió de su escondite, pasando por delante de la ventana por la que acababan de escaparse sus esperanzas. Acarició el cristal empañado, añorando volver a encontrar todo lo que el agua se había llevado. Estaban demasiado cerca para echarse atrás.


Se lanzó hacia ellos con decisión, caminaba poco erguida y gritaba entre risas aterradoras. Sus nuevos vecinos aprobaron verla en aquella actitud y comprobó que aunque su conducta era irracional, era algo menos agresiva. Sintió cierto alivio.


Continuó caminando haciendo piruetas como un titiritero en plena actuación, empleaba aquellos movimientos para poder sortear, sin pisarlos, los cadáveres que se extendía por el suelo. No podía mostrar respeto hacia los cuerpos, se delataría, así que ésta es la forma que encontró de esquivarlos sin ser descubierta. Se fijó especialmente en uno que tenía la espalda apoyada sobre la pared y las piernas separadas y semiflexionadas en una postura imposible, de haber estado con vida. Hizo una mueca al brincar sobre aquel cuerpo y voceó una risotada. Recobró cierta seguridad al ver que no era desenmascarada. Reconoció que aquel laberinto no le resultaba ya tan extraño, había algo en él que ella creyó poder descifrar.


Cogió un ascensor, cerró los ojos mientras visualizaba su casa, apretó sin mirar un botón en el que su mente dibujaba un 3. Se abrió la puerta del montacargas. Reconoció su rellano, parecía pertenecer a otro mundo, un mundo dentro de otro, ...dentro, fuera, ...dentro, fuera, ...dentro, fuera…


La puerta de su casa continuaba abierta, comprobó que no había nadie en su interior. Volvió rápidamente a su dormitorio, cogió una pequeña maleta rectangular que acumulaba polvo en la parte alta el armario y metió dentro todo lo que estaba a su alcance hasta llenarla. Agarró el dinero y lo repartió por varios de sus bolsillos.


Salió de nuevo al descansillo, había en él, una batería de tres ascensores, dos de ellos no funcionaban, es posible que estuvieran ocupados por cadáveres y alimañas. Esperó a que llegara el tercero, salió gente de su interior, esta vez no repararon en ella. Descendió hasta la planta baja, sin necesidad de apretar ningún botón.


Se abrió ante ella un un vestíbulo enorme, vio al fondo una puerta ancha, de forja, como la de un antiguo teatro. Tras ella se podía ver la calle, cubierta por el lodo pero ya sin agua. Le pareció incluso ver brillar el sol al otro lado de las sombras, aunque no fue capaz de reconocer el bulevar.


Atravesó el umbral y se encontró caminando con la maleta colgada de su muñeca, ya en mitad de la calle. No se detuvo, temió que alguien del edificio quisiera retenerla, de modo, que apresuró el paso y se confundió entre la multitud.


Transitó por unas calles estrechas, sucias y oscuras durante horas. Le recordaron a las callejuelas donde había visto la tarde anterior a Alejo y a la toxicómana. Los muros estaban cubiertos por carteles, unos sobre otros, había cientos de ellos, estaban deshechos por la humedad. No reconocía los símbolos e imágenes que contenían.



Buscó algo de comida, metió el brazo por el ventanuco de un viejo bar abierto hacia la calle, por él se escapaba un desagradable olor a aceite quemado. Cogió algo que hacía más bulto, eran los restos de un bocadillo, lo envolvió en unas servilletas y lo introdujo en el bolsillo de la gabardina. Corrió.


Un lugar llamó su atención. Era una planta baja con la fachada derruida:
-- ha debido ser por la presión del agua, dejó escapar de sus labios.


Entre el lodo y los escombros pudo ver una escalera que se mantenía en pie en el interior, pensó que aquel sería un buen sitio para descansar y comerse el bocadillo grasiento que manchaba su gabardina. Se ocultó en la oscuridad que proporcionaba el trasdós de la escalera; una vez sentada, sin reparar en la mugre sobre la que descansaba su cuerpo magullado, apoyó la cabeza sobre su mano, como si ésta pudiera consolar a aquella.


Irma pensó en Richy, con el rostro del chico y el olor a orín atravesándola, desenvolvió el papel que cubría el bocadillo y comenzó a morderlo. Recordó como él y Reme la habían acercado a su casa en el coche la noche anterior. No alcanzaba a entender qué había podido ocurrir y se preguntaba si sería posible ponerse en contacto con ellos.


Tras acabar el último pedazo del bocadillo que había robado, dejó descansar la cabeza sobre la pared, suspirando profundamente.


[...]
Se despertó sumergida en sudor. Tomó una bocanada de aire, incluso antes de abrir los ojos, con tanta fuerza que se hubiera podido pensar, que volvía a la vida en ese instante...


CAPÍTULO II


No veía más allá de sus narices, y no es que Fermín sufriera ningún deterioro en la vista, es que el tío de Tiago era muy bruto. No entendía que el muchacho hubiera renunciado a su futuro, al mismo tiempo, que había perdido por completo su pasado.


Tiago también era bastante tosco, compartía aquellos rasgos masculinos con el mayor de los hermanos de su padre, incluso su voz sonaba demasiado ronca para la edad que tenía.


El chico, estudió hasta tercero de medicina, pero al tomar la decisión de regresar a Briggor, su recien abandonado currículo académico quedó cubierto por la hiedra, como lo estaban las piedras de la vieja casa de la cuesta de "La Gallinaca". Tiago intentaba, desde entonces, no pronunciar la última sílaba de las palabras, incluso a veces conjugaba incorrectamente los tiempos verbales. Quizás, con la intención de no ver marchitarse lentamente, el futuro que tantas veces había soñado.


El nacimiento de Lisa, privó a Tiago y a la propia Lisa, de una madre.


Lisa, que tenía seis años cuando empezó a ir sóla al colegio, se marchaba a las 8.25, su hermano Tiago, le dejaba el almuerzo preparado sobre la mesa, dentro del mismo saquito de tela que había usado él cuando era un niño -aún lo era-. Todavía tenía su nombre "Santiago" bordado en rojo en el centro, no eran pocas las veces que al meter dentro el bocadillo de su hermana, acariciaba aquellas letras como si fueran algo sagrado. Lisa no tuvo nunca un saquito con su nombre, pero sentía a aquel pedazo de tela como su propio tesoro. Todas las mañanas repetía el mismo gesto: lo introducía con cuidado en su petate y con la mochila colgada ya sobre su espalda, bajaba corriendo los peldaños del soportal para montarse sobre su bicicleta, que descansaba junto a la cercenada escalera del porche.

Lisa veneraba a su hermano mayor, lo idolatraba, pero no entendía lo que había hecho con su vida. Tiago se había marchado a la ciudad en busca de un futuro, pero un día volvió sin dar ninguna explicación y continuó con su vida en el campo como si no hubiese ocurrido nada, como si jamás hubiese ido a la ciudad. Nunca contó nada con respecto a su estancia en la ciudad. Se suponía que iban a ser unos años felices, de descubrimientos, de conocer mundo, pero volvió abatido, triste.

Lisa quería con todo su corazón a su tío Fermín, pero no deseaba que su hermano acabase como él, solo y perdido en el campo. Le apenaba profundamente ver así a su hermano, pero cualquier intento de hablar con él sobre este tema era cortado tajantemente por su hermano.

Tiago dudaba entre quedarse para siempre en el campo, o envalentonarse y hacer frente al pasado para volver a la ciudad a recuperar su futuro. La duda lo carcomía, pues el fututo en el campo era muy triste, pero es que en la ciudad sufrió mucho, demasiado... Todo un futuro roto por un encuentro...
Irma... murmuraba con melancolía Tiago.
Los recuerdos, las alegrías y el sufrimiento llenaban sus días en el campo. ¡He de tomar una resolución! se decía contínuamente Tiago, pero los días iban pasando y todo continuaba igual...


Tiago se levantaba todas las mañanas a las cinco. Y siempre la misma rutina. Se calzaba las zapatillas, iba al baño, orinaba y se lavaba la cara con agua helada. Mientras se restregaba el agua por la cara con sus callosas manos, embrutecidas por el duro trabajo en el campo, se miraba a los ojos en el espejo. Era una mirada profunda. Sus marrones ojos se clavaban en los ojos marrones que se reflejaban en el espejo y, en un instante, podía ver todo su pasado y todo su presente, todas esas experiencias y vivencias concentradas en un solo momento, pero a la vez, una sensación de duración eterna le envolvía. Decididamente era el momento más duro del día. Aguantaba esa penetrante mirada durante cuatro o cinco segundos y, al retirar la vista, siempre suspiraba.
Seguidamente volvía a su habitación donde se vestía con ropa áspera de trabajo, tras lo cuál iba a la cocina a desayunar. Su desayuno era copioso y abundante, pues sabía que debía comenzar el día alimentándose fuerte si no quería desfallecer a lo largo de una dura mañana de trabajo en el campo. Se componía de leche, café, rebanadas de pan, aceite, mantequilla, mermelada, queso, zumo, yogur y jamón.

Sigue escribiendo desde dónde quieras...quepaquepaque...
...tú decides como continua la historia!!!
(de momento ponéis el texto en comentarios y luego lo inserto con el
color
ocre: que indica que ese es el último texto que se ha escrito)

BIENVENIDA

¡Hola a todos! y ¡Bienvenidos!

Dada la última proliferación de mails, hemos pensado que sería buena idea crear nuestro propio blog. Esperamos que sea un lugar dónde podamos seguir compartiendo cosas, cerveza&suits.

Estáis todos invitados a participar. Confío en que os lo currarréis.

Un saludo